abril 29, 2019 0 Comentarios
¿Cómo escribir 34 años en una hoja? Hacer que la primera mitad de tu vida quepa en unas cuantas líneas te obliga a pensar en los momentos más significativos, y es que al final, lo único que cuenta es lo que te trajo hoy hasta aquí. Es mi cumpleaños número 34. Felicidades a mí. Agradezco infinitamente sumar un nuevo año a mi vida ¿Cuál es el mejor regalo para este día? Tengo varios. Reconocerme en mi cuerpo, saberme dueña de mi tiempo, quererme desde la raíz, saber escucharme, respetarme y honrarme completamente.
Recibo los 34 con mucha satisfacción. Ahora más que nunca me gusta quién soy y sé que el tiempo pasado fue sólo un entrenamiento para llegar a mi versión actual. Agradezco a la Khris niña por la inocencia que aún hoy se asoma; a la Khris adolescente por el carrusel emocional y a la Khris de hace una década por divertirse un montón. La Khris de hoy está orgullosa de ustedes y las abraza porque la apoyaron a crecer y a transformarse en quien estaba llamada a ser.
No veo mis primeros 34 como mi evolución más importante, al contrario. Aún no me siento ni cerquita de mi máximo crecimiento. Los años me han enseñado que lo único constante es el cambio. Todo el tiempo estamos evolucionando y reinventándonos hasta que poco a poco nos sentimos más cómodos con quienes somos. Hoy puedo decir que en este punto de mi camino personal me siento cada vez más yo. Creo que de eso se trata la vida, de ir desenmarañando poco a poco lo que no nos deja ser para permitir que florezca lo que somos en esencia.
Si me preguntaran qué cambiaría, eliminaría o anularía de estos 34 años, hoy, con seguridad, diría que nada. Uno se arrepiente de tantas cosas y vive lamentándose por lo que fue, y sobre todo por lo que no fue, que se pierde de las señales de la vida, hasta que llega un momento en que caes en cuenta que todas esas historias sólo fueron pruebas a tu fe de que algún día llegaría algo mejor. Y sí llega, siempre llega. Volteo atrás y reconozco pequeñas señales de la mujer que soy ahora. Miro ese pasado sin juzgarlo y sin juzgarme. En su momento era lo que debía vivir, pero se fue y hoy abrazo al máximo mi presente. Resignifiqué la diversión y el tiempo libre. Ahora me los dedico 100% a mí. Procuro pasar tiempo de calidad conmigo y cultivo mi crecimiento personal; también veo crecer mis plantas y mi comunidad con doTERRA. Todo luce y reverdece.
Sin duda, de los aspectos de mi vida que más satisfacción siento es de mi propia aceptación. He aprendido que valorarme no es una conquista, sino librar pequeñas batallas frente a situaciones o personas que a veces nos hacen sentir inferiores respecto de lo que realmente somos. Estoy en el punto de mi vida en el que defiendo quién soy porque sé lo que valgo. Mi promesa constante es conmigo. La etapa de buscar la validación de los demás se terminó. Escucho mi intuición por encima del qué dirán y del condicionamiento social. De haber hecho caso a quienes me decían “¿Cómo te vas a dedicar sólo a doTERRA?”, hoy me estaría perdiendo de la vida que tengo y de compartir estas líneas con ustedes.
Pero, ¿quieren saber realmente qué fue lo que trajo y sigue trayendo todo a mi vida a manos llenas? Dejé de pedir y empecé a agradecer. Nunca me levanto sin agradecer estar viva para contemplar con la vista lo que tengo y lo que he logrado. Agradezco tener el trabajo de mis sueños. Agradezco inspirar a los demás a perseguir los suyos. Agradezco compartir mi sueño con otros para apoyarlos a alcanzarlo. Agradezco el ser humano maravilloso con el que comparto mi vida, quien me apoya y saca lo mejor de mí. Agradezco a las personas que han aparecido en mi vida en los últimos años y a las que continúan conmigo desde hace varios.
Agradezco haber hecho todas y cada una de las elecciones que hice en estos 34 años porque gracias a ellas hoy ustedes pueden leerme. Les prometo que nada te hace mejor persona que ser agradecido.
Gracias, vida; gracias, doTERRA; gracias, Adrián; gracias, Bruna; gracias, familia; gracias, amigos. Gracias a ti por estar aquí.
Sin miedo al éxito, ¡qué chidos están los 30! (Salvo las arruguitas jaja).
Gracias por leerme,
Khris cumpleañera.
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