noviembre 28, 2018 0 Comentarios
Hoy es un día importante. Tenemos 24 horas de otro año para ser escuchadas más fuerte que ayer. Porque cada 8 de marzo el mundo abre sus ojos y sus oídos a nosotras, no en un acto de condescendencia, sino porque las voces de las mujeres, la tuya y la mía, se alzan con vehemencia en clamor para exigir el lugar que por derecho es nuestro, y se multiplican por las que ya no están, por las olvidadas, por las vulneradas, por las que han luchado y las que lucharán.
Hoy no celebramos lo femenino. No felicitamos a las mujeres por ser mujeres. Hoy se conmemora una lucha que no ha terminado, porque mientras existan mujeres discriminadas, violadas, mutiladas, en situaciones de desigualdad y desventaja será necesario hacernos una y exigir nuestra libertad de ser.
Hoy no es un día de flores y regalos; el mundo se agita por nosotras que exigimos el fin de la violencia machista, del acoso sexual, la invisibilidad y la desigualdad laboral. Hoy se trata de luchar contra la distinción de géneros y construirnos entre nosotras a partir de nuestra propia diversidad. Hoy nos reivindicamos como un movimiento —sin fecha de caducidad— que busca la equidad de género, no el poder sobre los hombres, sino sobre nosotras mismas. No hay odio a lo masculino, hay cuestionamiento a las posturas de poder que por siglos han ostentado los hombres y nos han hecho objeto de humillaciones, marginaciones y exclusiones.
Hoy la sororidad es nuestra para empujar por los cambios que queremos ver; la lucha es todos los días. Seamos parte de ella.
A las mujeres que están junto a ti, dales el lugar que les corresponde y el reconocimiento que merecen todos los días. Ese es el fin de levantar la voz, los brazos, las manos y el rostro cada 8 de marzo.
Porque hoy más que nunca debemos defender nuestros derechos, apelar por la equidad y velar por la justicia para nosotras.
Porque somos seres humanos.
Porque somos mujeres.
The future is female o no será.
#WomensDay
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